Este grupo es el de los más pequeños, y comprende a los niños y niñas de entre 3 y 12 años de edad. Al frente de cada grupo hay 2 o más Delegados. El color que los identifica es el Verde.
Para ubicarnos en la etapa de crecimiento de los aspirantes, debemos saber cómo es su perfil en el área afectiva. Aquí podemos ver dos etapas principales:
Aspirantes Menores (3 a 6 años):
Aumenta su vergüenza y pudor.
Idealiza a sus padres y se abre a otros adultos.
Es sensible a las críticas.
Comparte reglas y normas.
Le da importancia al logro de los objetivos y le agrada que premien sus esfuerzos.
Es una época rica en cuanto a coleccionar cosas, criar animales, etc.
Sus impulsos sexuales son poco manifiestos.
Comienza a tener un papel importante la pandilla, generalmente del mismo sexo.
Le agradan los jegos en equipo. Disminuye el egocentrismo y hay mayor colaboración.
Es la época de los apodos y las cargadas.
Toma conciencia de lo bueno y lo malo. Aparece la conciencia moral.
Fuerte sentido de la justicia.
Es sensible, valora la verdad y la honestidad.
Gran sensibilidad de lo religioso, Dios le es natural. No hay grandes cuestionamientos.
Aspirantes Mayores (7 a 12 años):
Esta etapa marca el comienzo de la pubertad, con los cambios que esto conlleva (9-10 años).
Se da un crecimiento físico y en lo óseo, con los siguientes cambios sexuales y hormonales.
Hay una inclinación a los deportes de equipo y hay un gran peso del fenómeno grupal y de pandillas.
Su pensamiento evoluciona hacia lo abstracto, puede analizar hechos reales y fuera de lo real. Esboza hipótesis, supuestos, analiza. Se da entonces un desarrollo mayor del juicio crítico. Opina, cuestiona.
La atención comienza a dispersarse.
Hay menos estabilidad emocional y aumentan las tensiones emocionales y sexuales.
Aparece la ansiedad y la conducta varía: entusiasmo, pereza; autocrítica, exaltación de sí.
Mira a sus padres y establece ciertas distancias.
Hay una mayor conciencia del sexo opuesto. Reaparecen los temores.
Hay un gran espíritu competitivo.
Es una época de amistades profundas y comienza el proceso de identificación sexual.
Comienza la valoración ética independiente y va organizando su escala de valores.
Valora la acción desde la norma. Su compromiso se personaliza.
Va cambiando su imagen de Dios y pueden aparecer dudas. Hay una revisión de su religiosidad que va gestándose.
En los últimos años del grupo, los delegados, se encargan de elegir a los aspirantes que crean convenientes para tomar la "Promesa", y así afirmar su compromiso con la A.C.A.
En esta etapa es muy importante la celebración de la Primera Comunión. También muchos chicos reciben el sacramento de la Confirmación.
Los Santos patronos que acompañan a los aspirantes son:
SAN TARCISIO
La tradición nos pinta a Tarcisio como un jovencito de la primera época de la Iglesia de Roma.
Apenas crecido y catequizado este joven se enamora de Cristo y se suma a la comunidad cristiana perseguida y amenazada, por la fuerza de un Imperio que no cree en el anuncio del Evangelio, pero que asiste atónito a la fuerza transformadora de "esta gente" que capaz de todo, sigue a Dios a donde quiera llevarle.
Esta fuerza contagiosa que se expande y crece, aún sobre la sangre, aparece cada vez más amenazadora, si hasta los niños parecen no temer, cuando el miedo es propio de los más chicos.
Tarcisio es uno de estos jóvenes, seguramente sagaz, astuto, ligero y feliz. Ha conocido a Cristo y a conocido lo que mueve semejante proceso en la vida de su gente y en el pueblo.
Por eso cuando puede, sale de la muralla de Roma, hacia las afueras donde se esconden sus hermanos en la fe.
Va a celebrar la "cena" en los lugares reservados para enterrar a los difuntos. Las catacumbas.
Allí lo descubre un soldado en una de sus escapadas y la leyenda cuenta que entre sus manos llevaba un pan ácimo. Llevaba a su Señor para ser compartido en la comunidad.
Demasiado valor para quien está cegado por el odio, por eso pone fin a este niño Valiente.
Hoy Tarcisio debe ser para nuestros chicos un ejemplo para pensar. A la mayoría de los nuestros seguramente no le pedirá tanto. Simplemente que sean capaces de llevar a Cristo a la familia, a la escuela, por el club, por el barrio.
Que con Cristo en su corazón sean capaces de vencer a otros enemigos: el egoísmo, la violencia.
Su festividad se celebra el 15 de agosto.
SANTA INÉS
El 21 de enero se celebra en Roma cada año la fiesta de santa Inés. En plaza Navona en el corazón de Roma se levanta la Iglesia en su honor, en el mismo lugar donde estuvo su prisión.
La historia de Inés, joven bonita, hija de una familia de ricos y nobles, estuvo signada por su fidelidad a Dios.
Propicio, hijo del gobernador de la época estaba enamorado de ella perdidamente, pero Inés ya tenía claro que su camino estaría junto a Cristo, su más profundo Amor.
Para el gobernador el rechazo a su hijo era una ofensa, entonces amenazó a Inés "aceptaba a Propicio o aceptaba el suplicio". Inés permaneció fiel a su promesa.
El gobernador no dejó pasar su amenaza y comenzó a castigar duramente a la joven, Propicio que de verdad la amaba, frente a todos sus tormentos cayó muerto.
Su padre entonces pidió a Inés que intercediera por su hijo y la leyenda cuenta que frente a los ruegos de la niña, este volvió a la vida, razón por la cual acusada por hechicera murió martirizada en el año 304.
Cierto es, que la historia de Inés se mezcla tal vez con la leyenda, pero quizás haya que centrar nuestra mirada en esta joven de los primeros siglos del cristianismo que abrazó con dinamismo y fortaleza la cruz de Cristo y seguramente su estilo de vida y el de las primeras comunidades cristianas fue lo que en definitiva selló con su sangre.
Quien haya tenido el don de visitar las Catacumbas en Roma pudo asistir a ese viaje en el tiempo que nos remonta a una época fundacional e intensa como la que vivió Inés y percibe en el aire y espacio de estos lugares santos, cuánto debe haber sido el entusiasmo, el ardor, la fuerza de la fe que impulsaba a nuestros primeros hermanos a darlo todo por Cristo.
Hoy que la Iglesia nos invita a tener memoria del martirio, Inés, patrona del Área Aspirantes de Acción Católica debe revitalizar en nosotros, especialmente en nuestros chicos y chicas, el entusiasmo sincero, la pasión inagotable por el Evangelio de Jesús, por la fidelidad a Dios y el seguimiento de Cristo.